EE.UU. sufrió el peor ataque de su historia: habría 10 mil muertos

Terroristas no identificados secuestraron 4 aviones
Estrellaron dos en las Torres Gemelas de Nueva York, que quedaron destruidas
Otro, en el Pentágono
Y el cuarto cayó en Pittsburg
Por ALEJANDRA PATARO De la Redacción de ClarínLos EE.UU. vivieron ayer el peor ataque de su historia. Cuatro aviones comerciales de United y American Airlines, con un total de 266 pasajeros, fueron secuestrados por terroristas y estrellados contra el corazón financiero y político-militar norteamericano: las Torres Gemelas del World Trade Center, en Nueva York, y el Pentágono, en Washington. Se teme que el número de muertos supere los diez mil.Funcionarios señalan que la cifra será de varios miles, porque más 40.000 personas trabajaban en las Torres Gemelas, que quedaron completamente destruidas, y 24.000 en el Pentágono. Las 266 personas a bordo de los cuatro aviones secuestrados murieron. Algunas fuentes periodísticas hablaban de 20.000. Y sólo en Nueva York, los muertos podrían ser más de 10.000, dijo el representante demócrata Jim Moran. Los heridos se contaban de a miles, sin llegar a una cifra cierta.Anoche, el presidente George Bush regresó a la Casa Blanca para coordinar lo que vendrá, después de haber sido mantenido a resaguardo durante todo el día, en un país puesto en estado de guerra. Desde su salida de Florida, a la mañana, Bush estuvo en pleno vuelo durante horas, y después fue llevado a una base militar en Louisiana y a otra en Nebraska.Con sus fuerzas militares en nivel de alerta nuclear (Delta 5), el tráfico aéreo suspendido totalmente, la capital del país evacuada, su centro financiero arrasado y cerrado, sus fronteras selladas, servicios de telefonía saturados, muertos, heridos y en emergencia médica, la primera potencia del mundo está paralizada en el caos, y envuelta en una tragedia nacional.Miles de socorristas se encontraban anoche rescatando cuerpos de los escombros. Los hospitales estaban abarrotados y los médicos pedían donaciones de sangre.Nadie se adjudicó aún los ataques. Aunque el aparato de seguridad norteamericano apuesta a que sólo una organización terrorista tiene la capacidad de dar un golpe tan coordinado: la agrupación del saudita Osama Bin Laden, que se refugia en Afganistán. El senador republicano Orrin Hatch, miembro de la comisión judicial y de inteligencia de la Cámara alta, señaló que fuentes bien informadas habían llegado "a la conclusión de que estos ataques llevan la firma de Osama Bin Laden".Anoche, la CNN mostraba imágenes de explosiones en Kabul, la capital afgana, pero la Casa Blanca negó que se trate de una represalia norteamericana (ver pág. 9).Considerado el peor ataque contra EE.UU. desde el bombardeo a Pearl Harbour, en 1941, el infierno se desató ayer en pleno centro de Nueva York y corazón financiero mundial, cuando a las 8.52 de la mañana (9.52 en Argentina) un Boeing de American Airlines se estrelló contra la torre Norte del World Trade Center. Sólo 18 minutos después apareció en el cielo neoyorquino otro enorme avión de United Airlines que impactó contra la otra torre.Diez minutos después, la torre sur se desplomó íntegramente, formando un hongo de polvo y humo impenetrables. A la media hora cayó la norte. Edificios cercanos furon dañados y uno de 47 pisos se derrumbó, matando a 200 bomberos.Poco antes, a las 9.35, otro avión comercial con pasajeros se estrelló contra el Pentágono, en Washington. Una pasajera que viajaba en ese avión contó antes de estrellarse por teléfono a su marido que los secuestradores estaban armados con cuchillos y cortaplumas (ver pág. 19).Y en medio de la confusión de información, se advirtió que otra aeronave más también había sido secuestrada con dirección a Washington. Entonces, todos los edificios públicos, desde el Pentágono, el Capitolio, la Casa Blanca y las agencias federales fueron evacuadas. El alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, pidió calma a los neoyorquinos y que abandonaran la zona de Manhattan. "No quiero decir cuál podría ser el número de muertos. Será un número horrible. Vi gente tirarse de las ventanas", dijo.Todos los vuelos fueron suspendidos y las fronteras cerradas. Las fuerzas militares de EE.UU. en el mundo están en su más alto nivel de alerta, equivalente al de una amenaza nuclear."No habíamos visto un ataque como éste, ciertamente no desde Pearl Harbor", dijo el admirante Robert Natter, comandante de la Flota Altántica, que ayer despachó barcos, aviones y tropas anfibias a las costas de Washington y Nueva York.En sus primeras declaraciones, Bush dijo que se "cazará y castigará" a los responsables. "La libertad misma ha sido atacada esta mañana por una descarada cobardía —dijo—. Y la libertad será defendida".Por la tarde, el presidente fue conducido al Cuartel General del Mando Aéreo Estratégico (STRATCOM), situado en la base aérea de Offutt (Nebraska), desde donde se coordinan las fuerzas nucleares.Hace dos meses, el vicedirector de la sección antiterrorismo del FBI, Dale Watson, advirtió sobre el peligro de un ataque terrorista "aquí, en los Estados Unidos", con armas masivas de destrucción. Pero dos expertos israelíes rechazaron esa posibilidad con el argumento de que Bin Laden tenía grandes dificultades para operar en Occidente. Ayer, el canciller Wakil Ahmed Mutawakel, de los talibanes que controlan Afganistán, dijo que el movimiento islámico de su país "ha sido explícito al condenar el terrorismo".Washington había advertido el viernes a Kabul que habría represalias si Bin Laden atentaba contra EE.UU. El ataque de ayer tomó por sorpresa al aparato de seguridad norteamericano, que ayer resultó seriamente cuestionado (ver pág. 54).Las aerolíneas United y American Airlines confirmaron la "desaparición" de sus aviones, que tuvieron la siguiente suerte:A las 8.52, un Boeing 767 de American, que despegó de Boston a Los Angeles con 92 personas a bordo se estrelló contra la torre Norte del World Trade Center. A las 9.03, un Boeing 767 de United, que despegó de Boston a Los Angeles, con 65 personas, se estrelló en la Sur. A las 9.35 un Boeing 757 de American, con 64 personas, que despegó del aeropuerto de Dulles, en Washington, a Los Angeles, se estrelló contra el Pentágono.Un cuarto avión, un Boeing 757 de United, del vuelo 93 de Newark a San Francisco, también fue secuestrado y se estrelló en un descampado al sudeste de Pittsburg, con 38 pasajeros y 7 tripulantes. No se sabe cuál era su blanco, pero funcionarios dijeron que pudo haber sido la residencia presidencial de Camp David o la misma Casa Blanca.

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