Hallan 18 formas distintas del virus del sida en monos africanos

en monos africanosLos científicos dicen que 26 especies son portadoras. Pero muchos simios no desarrollan la enfermedad Aseguran que pueden funcionar como reservas del virus. Pero también como laboratorios vivientes
Un equipo de científicos estadounidenses y británicos comprobó que por lo menos 18 formas distintas del virus de inmunodeficiencia en simios (SIV) se encuentran en 26 especies de monos africanos. Dos de estas cepas serían las que originaron la epidemia de sida en los seres humanos.Según un artículo publicado en el último número de la revista Science, estos animales son una reserva natural de virus, lo que puede generar futuras epidemias. Pero también servirán como laboratorios vivientes para investigar posibles vacunas, observar cómo se desarrolla el virus y descubrir cuáles son los mecanismos de transmisión de la infección.Desde el comienzo de la epidemia, a principios de los ochenta, se barajaron muchas hipótesis sobre el origen del VIH. Se dijo que era un virus creado en laboratorio y hasta que tenía una génesis divina, que había llegado como un castigo para la especie. Pero ahora, aunque la discusión continúa, los científicos coinciden: el virus llegó al hombre a través del mono.Los autores del trabajo -Beatrice Hahn, del Departamento de Medicina y Microbiología de la Universidad de Alabama, y George Shaw, Kevin de Cock y Paul Sharp, del Centro de Enfermedades Infecciosas de Atlanta y de la Universidad de Nottingham- suponen que las primeras infecciones entre especies se produjeron en la década del cincuenta.Habrían ocurrido por el contacto con sangre de los monos, ya sea por consumo de carne cruda o durante la caza y el trozamiento de los animales. Por qué la trasmisión se dio en esa época y no mucho antes (se cree que el virus existe desde hace cientos de años) todavía es un misterio.Las dos especies involucradas en este proceso son el chimpancé y el sooty mangabeys. Existen dos tipos de virus del sida en humanos, el VIH-1 y el VIH-2. Los científicos comprobaron que el VIH-2 estaba muy relacionado con las formas de virus que afectan a estos simios a través de estas evidencias: similar organización del genoma (conjunto de genes), coincidencia geográfica y las mismas rutas de transmisión. De hecho, este tipo de virus es el que más afecta a la población africana.Descubrir el origen del tipo 1 de VIH fue algo más difícil. Pero ahora se considera que los mismos caminos epidemiológicos, las mutaciones y el contacto sexual y sanguíneo (transfusiones) entre humanos hizo el resto.Para José Luis Affranchino, investigador del virus de inmunodeficiencia en simios del Centro de Virología Animal del Conicet, la investigación publicada enScience es muy importante, porque es la primera vez que un grupo de investigadores se acerca tanto al tipo de virus que seguramente originó el sida. Está claro que el virus se originó en Africa, pero todavía no se sabe cómo esos pocos contactos derivaron en una epidemia tan feroz, explicó a Clarín. agregó que estudiar el virus en simios es de una enorme utilidad, porque sirve para conocer el origen del VIH y para estudiar mejores formas de controlar el virus en pacientes. Es crucial también saber cómo el virus se adapta a vivir en algunas especies de monos sin enfermarlos. Por eso se está tratando de descubrir cuáles son los factores celulares que hacen que haya un equilibrio entre el virus y el organismo en donde se aloja.En esta carrera por descubrir la forma de detener la epidemia los científicos no dejan de llevarse sorpresas. Porque el hecho de que existan más formas del virus en simios que las pensadas abre el espectro a un universo de nuevas transmisiones entre especies. Desde el punto de vista de la salud pública, el camino a seguir, dicen los expertos, comienza, en algunas regiones de Africa, por prohibir la caza y el consumo de carne de simio.Por otra parte, desde el punto de vista clínico, ahora existe la posibilidad de investigar en profundidad el árbol genealógico del virus, indagar en sus orígenes y arrancarle algunos de sus secretos para entender su comportamiento y lograr hacer vacunas que definitivamente inmunicen contra la enfermedad.Los científicos también buscarán en esos laboratorios vivientes que saltan por la selva los antídotos necesarios para que, en algún momento de la próxima década, el sida deje de ser una epidemia humana. Como en la película Epidemia, protagonizada por Dustin Hoffman, el mono que porta la enfermedad quizá termine siendo el comienzo de una solución.La epidemia de sida se perfila como una de las más feroces en la historia de la humanidad. Desde los primeros casos documentados ya se infectaron 50 millones de personas en todo el mundo y, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se producen seis millones de nuevas infecciones cada año.Las regiones del mundo que se encuentran en situación de emergencia, además del continente africano, son la ex Unión Soviética y algunos países asiáticos, con la India y China a la cabeza.El gran desafío en los años que vienen es hacer accesible a todas las personas los tratamientos para controlar al virus. Pero, sobre todo, desarrollar una vacuna preventiva, única herramienta, aseguran, para contrarrestar el avance de la epidemia.

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